Castillo de Maya, 45
31003 Pamplona (Navarra)
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Lunes a jueves, de 8.00 a 19.30
Viernes, de 8.30 a 14.00
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La mayoría de estas operaciones se realizan en el propio quirófano de la clínica, pero si se requiere por las características de la intervención, se realiza en centro hospitalario bajo sedación general.
Tratamientos
Los cordales, comúnmente denominadas muelas del juicio, son los últimas en aparecer en la boca. No es infrecuente que tengan dificultades para integrarse en el conjunto de los dientes, por lo que en determinados casos es necesaria su extracción.
En el caso de que no hayan salido (cordales incluidos), aunque el paciente no detecte molestias, puede ser necesaria su extracción porque provocan un desplazamiento de las piezas dentarias o incluso la pérdida de las muelas adyacentes.
Si afloran a medio camino (cordales semi-erupcionados), pueden surgir infecciones por el excesivo espacio entre la corona y la encía.
Y en el caso que hayan emergido por completo (cordales erupcionados), puede ocurrir que no haya espacio suficiente y queden situadas a nivel muy posterior, lo que dificulta la limpieza y causar problemas en la masticación.
Otro de los riesgos que presentan las muelas del juicio no erupcionadas es que queden dentro de una bolsa folicular y provoquen la aparición de quistes o, en casos más graves, hasta tumores.
Por todo ello, en numerosas ocasiones se recomienda la extirpación por parte de un cirujano, bien para resolver las patologías existentes o para evitar que surjan en el futuro..
El frenillo bucal o frenillo labial es un tejido que conecta la encía con el labio. El frenillo superior es de mayor tamaño y grosor que el inferior.
En ocasiones, se produce un desarrollo anómalo en cualquiera de los dos frenillos. Por ejemplo, en el caso del superior, a veces se produce un crecimiento excesivo que se posiciona entre los dos incisivos y provoca la diastema o separación de los dientes.
Dicha separación influye en la integración de todos los dientes en el maxilar, impedir una correcta mordida o provocar problemas al hablar.
Asimismo, puede causar dificultades en la movilidad del labio y afectar negativamente a la higiene, porque fomenta el depósito de restos de alimentos.
Por lo general, la diastema está presente en muchos niños y se corrige por completo en la edad adulta con el crecimiento de la boca y la aparición de los dientes definitivos.
Cuando no es así, se debe valorar la opción de la cirugía para modificar la posición del frenillo, de modo que no afecte a la posición de los incisivos. La intervención quirúrgica de este tejido se denomina frenectomía.
Tras la operación, se valorará si es necesario un tratamiento de ortodoncia para desplazar los dientes separados.
Una buena parte de la población sufre de discrepancias dentoesqueléticas que provocan maloclusión.
A la hora de abordar el tratamiento, en una mayoría de casos se utilizan procedimientos de ortodoncia. Sin embargo, hay ocasiones en que esta terapia no es suficiente para resolver por completo el problema. Por ello, se recurre también a la cirugía ortognática.
También existen circunstancias en las que la maloclusión puede resolverse directamente mediante la cirugía. Así, el paciente prefiere esta alternativa a la opción de someterse a un tratamiento de ortodoncia, que por lo general precisa de mucho más tiempo hasta que se consiguen los resultados.
En las situaciones en las que es necesaria una actuación combinada, el cirujano se coordina con el ortodoncista para establecer las distintas fases de la intervención de cada uno de los dos tratamientos, con el objetivo de que ambos sean lo más eficaces posible y causen el menor trastorno en la vida cotidiana del paciente.
Tras la operación, se valorará si es necesario un tratamiento de ortodoncia para desplazar los dientes separados.
La enfermedad periodontal es una de las principales patologías causantes de la pérdida de piezas dentales.
Se trata de una dolencia de origen bacteriano que comienza por el enrojecimiento y la inflamación del tejido blando de las encías. Evoluciona hacia la infección crónica, la disminución de la masa ósea, la debilidad de los dientes y su posterior pérdida si no se aborda con rapidez el tratamiento.
Entre los tratamientos que se aplican para curar la enfermedad está el recurso a la cirugía. Se actúa sobre las bolsas de tejido inflamado para eliminar las partes infectadas y devolver la homogeneidad a la encía.
Por otro lado, la cirugía de las encías también se lleva a cabo dentro de los protocolos de diseño de sonrisa, con el propósito de mejorar la apariencia de las encías y contribuir a un óptimo aspecto del conjunto de la boca.
En estos casos, el cirujano remodela las encías añadiendo tejido cuando se ha producido el fenómeno de retrusión gingival (la encía ha perdido terreno y se hace visible la raíz del diente).
En la actualidad, la cirugía de encías es una de las técnicas más modernas aplicadas dentro del tratamiento de la pérdida de hueso sobre implantes antiguos.